Por seis años de agradecimiento...

Pasillos y aulas con sentimientos polivalentes,
lugares donde se han despertado pasiones y odios,
lugares dentro de mi, lugares marcados en mi;
lugares donde comenzar la carrera por un sueño,
donde poder encontrar un horizonte verdadero,
lugares que acumulan nervios y euforia en el aire.
Un tercio de vida y dos latidos,
breve es el tiempo cuando le da por correr
pero más breve es si te pierdes en el hacer,
buscando el gusto por escuchar y aprender,
el respeto, el trabajo, vivir con responsabilidades,
y aunque no ame el sistema me lucro de él.
Conociendo instructores y gente extraordinaria
marcas de por vida cada uno de ellos,
matices malos, matices buenos, matices,
detalles y palabras que cimientan una evolución,
fábrica de alas para pequeños soñadores
trampolín para pájaros por encima de los aviones.
Que más puedo dar que mis gracias y gratitud,
muchos me tomarán por loco y se lo agradezco,
loco por eso, loco por todo, por aprender,
no quería dejar de llenarme y cada día nuevos datos,
no siempre fue así, no siempre lo es,
hombres de presente persiguiendo lo que quieren.
Miradas lejanas que se convirtieron en presencia,
conversaciones que se convirtieron en clandestinas,
puentes que se convirtieron en salvadores,
clases que se convirtieron en reflexiones,
camaradería que se convirtió en amistad,
años que pasaron como días.
Desde el alma del poeta, del cantante,
del que nunca decía nada, del dibujante de exámenes,
de aquel que de desapercibido paso a dar el cante,
de aquel que nunca niega ni el saludo ni la sonrisa,
de aquel niño de 11 años y del niño de 17,
de parte del alumno, gracias.