domingo, 12 de abril de 2020

Luces y largas...


Tengo ganas de gritar   pero
no es por miedo;
hacer una proclama que a la vez sea "gracias"   y
un anhelo de "hasta luego".

Agujeros en las manos   para
poder acariciarte   pero
dejarte ir,
bendecir tu partida como sólo lo hacen   los que
no han visto más allá   o
quienes tienen los ojos cansados de vida,
los pies doloridos   y
palomares en los entresuelos
                        habitados por dos tórtolas y un mirlo.

Como un álbum de fotos viejo
repaso emociones que ardieron   pero
dejaron ceniza con la que pintar;
veo una cara   que
podría ser ahora mi sombra
sosteniendo unas ojeras de café,
los degradados dan a entender
donde habitó el fuego.
En el reflejo que busco entre ese calendario viejo
hay menos verdad que palabra,
escupo para limpiar el polvo   y
me vuelvo a ver con la boca abierta
mirándome a los ojos.




Y a seguir con vuestras cómodas vidas