martes, 25 de marzo de 2014

En praderas blancas...

Sólo una risa me hace bajar,
mis pies sólo tocan el suelo
para razonar y desvariar
viviendo en algún limbo atemporal
con la conciencia flotante a ras de piel
y la piel flotando sobre otro país
buscando ahí ese día
donde no haya días grises,
y si la vida o la muerte
me llaman de vuelta
mañana veré las perdidas.

Bueno, nada más por hoy, disfrutadlo y compartidlo. Seguid con vuestras cómodas vidas.

lunes, 10 de marzo de 2014

Algún que otro momento magicoh...

Hay un olor especial en el ambiente,
algo camuflado entre las comidas caseras,
las colonias en exceso
y cada negocio con su tarea,
son matices que despiden ilusión
como un rifleo de cartas,
unas monedas chocando
o el sonido unísono de unas sonrisas
separada por tres generaciones.

Hay un sonido especial en el ambiente,
los corazones de la gente vuelven a latir
desfibrilado por miles de aplausos,
por carcajadas inmensas hasta fuera de los bares,
el roce suave del tapete
con cada miembro de la baraja,
el ruido de las viejas amistades,
de los recuerdos de otros años
o de los pasos de tanta gente en general.

Hay un tacto especial en el ambiente,
todo se transforma igual,
a un débil tan fuerte
que da gusto perderse estando dentro,
cada pase, cada soplo,
hasta el aire acaricia la imaginación,
los pelos de punta,
la mente sigue ardiendo
y siempre te dejan con ganas de más.

Hay una vista especial en el ambiente
y es triste que las sonrisas
hayan perdido su sitio en el orden de otros días
pero mires donde mires
algo invisible rodea todo lo que abarca,
eso que algunos llaman magia,
otros lo llaman ilusión,
para mi es esa máquina del tiempo
que te quita la preocupación.

Hay un sabor especial en el ambiente,
como gusto por las cosas buenas,
momentos dulces estés donde estés,
frases picantes y gente salada,
ese matiz especial que tiene el reencuentro
o el mejor alimento para el alma,
la sonrisa de la gente que te rodea,
sus momentos de sana alabanza
y la retroalimentación de la felicidad en las caras.

Con más de mil modalidades
y millones de personalidades
con un simple objetivo común
a pesar de unos métodos tan dispares,
porque la ilusión no tiene edades
y un cuerpo octogenario
puede volver a ser un niño
con el simple volteo de un naipe.

Bueno, nada más por hoy, disfrutadlo y compartidlo. Seguid con vuestras cómodas vidas.