miércoles, 2 de julio de 2014

Anclados en nuestro tiempo...

En algún lugar leí
que mejor tarde que nunca,
que a pesar del poco tiempo
se pueden vivir grandes momentos,
que aquello que uno hace y como es
vale muchísimo la pena
y existen tanto momentos vividos y venideros
que valen y pesan lo que quieren representar.
En aquel lugar en el que puedes encontrar
a gente que refleje lo que quieres,
donde echar de menos
aún sabiendo que llegará el momento
porque las cosas se pueden ver desde arriba
y conocer todo a tu alrededor
ver la totalidad de las personas
y hacer que perduren en el tiempo.
Una confianza casi increíble
en lo que duran dos días,
conseguir sacar una sonrisa,
un llanto necesario,
la emoción del momento preciso
y del futuros indecisos,
un reencuentro y un abrazo
rodeado de magia de verdad.
Ha sido diferente
pero ha sido como siempre,
cierto que ha faltado gente
pero con relevos suficientes,
empiezan a crearse costumbres
que llegan hasta el corazón
con todos, o no,
pero siempre habita el gran sentimiento.
Ahora sólo queda recordar y esperar
que todos los pensamientos fluyan y vuelvan,
reflexionar sobre lo vivido,
sobre lo que vives e incluso lo que vivirás,
dar gracias a quién consideres
por poder envolverlo todo en lo que se llama vida,
un regalo dulce y amargo
pero precioso e increíble como nada.

Bueno, nada más por hoy, disfrutadlo y compartidlo. Seguid con vuestras cómodas vidas.