domingo, 12 de abril de 2015

A seguir con las cómodas vidas...

Tenía el pelo más largo,
unos cuantos granos de más,
menos experiencia y más inocencia,
sueños por vivir y vidas por soñar,
un mundo por conocer y por conocerme
aunque no tuviese instrucciones para ser yo;
comenzaba con la revolución de aulas
a la vez que comenzaba a cortarme cadenas,
todavía aguantan esas ZooYork
pero ya descansan de patear mundo.
Con todo esto llegamos a ese jueves,
el fatídico momento de liberar mi cabeza
a un mar de bytes al que no le importa,
quizás me respaldé en eso
o quizás estaba cansado de las jaulas,
escribiendo me sentía libre
y hasta la fecha sigo sintiéndolo.
Ahora simplemente disculparme,
a los teclados por la insistencia
       aunque me ejercitase cada día,
a los internautas por la publicidad
       aunque a les acabase llegando,
a compañeros por los prestamos
       aunque fueran sólo de tiempo,
a algún ídolo por la pesadez
       aunque recibiera más de un fruto,
a los ecologistas por el papel
       aunque cada barquito llegó a una sonrisa,
a toda esa gente a la que le he dado tanto mal
       aunque después lo agradezcan, la mayoría;
y dar las gracias también
a toda la gente que he conocido,
a cada una de las personas que han llegado
y a todas las que les ha llegado,
a quienes me dieron la inspiración
y a quienes le han dado forma,
a todo el mundo por la confianza
lectores asiduos y críticos
y, en última instancia, supongo que a mi,
por no dejarlo todavía.

Bueno, nada más por hoy, disfrutadlo y compartidlo. Seguid con vuestras cómodas vidas.

sábado, 11 de abril de 2015

En el centro del caracol...

Recuerdo entrar estrenando cifras,
eran ciertos los rumores,
ahí algo era diferente.
Había gente subida al escenario,
gente que no conocía
y que me acogieron entre sus notas,
sentí que volaba;
más tardes me vinieron a dar un toque,
el mismo toque de casi siempre en realidad,
pero a la vez me felicitaron por las letras
que es por lo que sigo.
A partir de ahí
me he convertido en una pequeña menstruación,
una vez al mes abría la puerta
normalmente vestido de rojo
y prácticamente siempre con gorro,
pedía una jarra,
pedía permiso
y cogía el micro,
con cada vez crecía
y me crecía más en el escenario
aunque siempre buscaba algún viento
que pudiera estar sonando,
sino tampoco importaba.
He vivido momentos bastante mágicos,
momentos que marcan,
tantos momentos
que me gustarían que fueran muchos más;
me fui con los pequeños honores
de abrir la última lata de raperos en jueves
y de beberme la última cerveza de la barra,
salí cabizbajo por la puerta
aunque con una sonrisa,
demasiadas emociones en una,
en ese momento, valga la redundancia,
me falto algo de astucia.
Doy gracias a lugares como estos por existir
por ser el verdadero hogar de las oportunidades,
por ser templo para algunos artistas,
gracias desde lo más profundo de mi,
no pude criarme ahí
pero sí mi yo artista
que no es ni rapero ni poeta,
sólo un alcohólico que vive su canción, como tantas veces me presentaba,
que las ha disfrutado y compartido
encima del escenario de El Zorro.

Bueno, nada más por hoy, disfrutadlo y compartidlo. Seguid con vuestras cómodas vidas.

PD: Os dejo uno de los mejores días que tuve en este bar




Este jueves en El Zorro soltando unas rimillas sobre un RITMAZO (y las mayúsculas son por lo sublime) y con una compañía difícilmente superable. Gracias a sitios asi por dar oportunidades como estas.
Posted by Andrés Llena Riu on Sábado, 6 de diciembre de 2014

miércoles, 8 de abril de 2015

Inoportuno...

Igual que ese rayo de sol
que destroza la tormenta perfecta,
la bandera verde
que acaba con los días de playa,
todas esas palabras
que no querían decir nada
y sólo rompen silencios
más cruelmente que a bofetadas.
No quiero hablar
si no van los bolígrafos,
no puedo hablar
si se ha ido la tinta,
parte clave de mi saliva
como la sangre de las lágrimas,
agradeciendo una de cada veinte,
cogeré anemia sentimienica.

Bueno, nada más por hoy, disfrutadlo y compartidlo. Seguid con vuestras cómodas vidas.