domingo, 4 de noviembre de 2012

Efimeridad...

Todo aquello que por un momento consideré que podría pasar a formar una parte de mi, prácticamente la totalidad de eso se va esfumando al poco tiempo.
Las posesiones físicas tiene cierta duración, nos pertenecen durante un tiempo hasta que decicidimos deshacernos de ellas por que ya no realizan la función que tienen o porque esas ya no nos es útil, o no tanto como debería; llegado ese punto no nos es difícil reemplazar ese objeto por otro diferente o mejor, dependiendo de las necesidades o el capricho. Pero las posesiones emocionales son muy distintas, en estas nuestras decisiones no suelen ser las finales, por mucho que no quieras pueden acabar en un momento u otro y eso hace que se cree un pequeño vacío dentro de ti que se expande a falta de nada que lo pare; y no importa la necesidad que puedes tener, porque esas decisiones no son tuyas por mucho que quieras porque el apoderarse de ellas es hacer daño y eso no conviene a nadie, y es posible que si en un momento quieras reemplazarlo no seas capaz.
Así que todas las posesiones son efímeras, desde la más minúscula que sería una simple célula, a la más grande que sería la vida; y dentro de este mundo de posesiones efímeras se valora más lo físico que lo emocional, los objetos que las vivencias, somos seres materialistas, pero eso lo sabemos todos. ¿Y que nos queda como posibilidad? La resignación siempre es una opción y en muchos casos la más usada, otra es intentar conseguir lo que quieres a través del merito de otros y la última y quizás menos usada sea luchar e intentar hacerlo por ti mismo; yo creo que mi opción es la última envuelta con un poco de indiferencia ante la situación, sería mantener una guerra fría con las circunstancias. Y cada uno lo hace como quiere, algunos muestran su valentía, otros su labia, otros demuestran su esfuerzo... yo en un principio escribo e intento que otra gente asimile mis textos y así conseguir los objetivos deseados, y mientras espero ese preciso momento que es posible que nunca llegue no queda otra que limpiar el vacía en expansión, quitarte el polvo que has cogido en el suelo y seguir demostrando a la vida que aquí el fuerte eres tú.

Bueno nada más por hoy, disfrutadlo y compartidlo. Seguid con vuestras cómodas vidas.

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