Un solemne gracias
es todo lo que tengo,
parece poco pero es sincero,
como casi todo lo demás que te cuento;
gracias por los discursos y tus silencios,
por cuidarnos al estar enfermos,
por los platos suculentos,
por los abrazos y recuerdos,
gracias por todo y por nada en concreto.
Que son 45 inviernos
solo el comienzo de la vida,
pero toda la que que te queda
se basa en la vida vivida,
y yo estaré ahí
y como yo muchos otros,
la distancia es puro estorbo
pero con tranquilidad queda roto,
y así solo quedamos nosotros y
esa felicidad que yo siempre noto.
Bueno, nada más por hoy, disfrutadlo y compartidlo. Seguid con vuestras cómodas vidas.
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