miércoles, 25 de junio de 2014

Recuerdos del futuro...

En un momento dado, y sin venir a cuento de nada, he podido recordar algo, algo extraño, un recuerdo del futuro. Era yo, o eso creo; estaba sentado en una cama, apoyado en la pared, seguía teniendo este aspecto desaliñado pero con más estilo, me habría cortado el pelo desde aquí hasta ahí y me habría crecido algo de barba, una camisa con arrugas remangada hasta el brazo, llevaba pantalones, lo cual puede ser considerado un logro. Por el aspecto y la situación intuyo un grado de embriagadez moderadamente alto que sigue representando momentos de reflexión. El ambiente, la habitación, como no, era oscura, un oscuro amigable, melancólico, atractivo a los ojos de los que ven las cosas de un color especial. Estaba mirando mi móvil y en algún momento había arreglado la pantalla, observaba y reflexionaba sobre viejas conversaciones instantáneas con gente que, en mayor o menor medida habían interactuado con mi vida y pensaba en qué habría sido de ellos si pensar que habría sido de mi. Ahí se ha acabo el recuerdo, sin saber que me había llevado hasta ahí ni como era mi vida en ese momento porque si hay algo indeciso es el futuro, ese pequeño bastardo tan cómplice del horizonte porque ninguno de los dos es alcanzable por mucho que los sigas, siempre estarás en el ahora y habrás vivido momentos que están ahí, pero nunca puedes alcanzar lo que devendrá el tiempo porque cuando crees haberlo cogido ya está un paso por delante siguiendo con la suya.
Y es que nunca conseguirás vivir un mañana porque en el momento que llegan ya son hoy.

Bueno, nada más por hoy, disfrutadlo y compartidlo. Seguid con vuestras cómodas vidas.

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