Un atardecer
en el lugar de siempre
y como siempre
solo;
con mariposas en el estómago
pero ahí hay un problema,
cada una tiene su nombre
y sera más grande
o más pequeña,
mayor o menor el cosquilleo,
pero lo producen igualmente
y eso quema mi cerebro;
no por disgusto
sino por confusión.
Y cuando ya no se ve el sol
las mariposas no van a dormir
acogen a la luna
también como compañera
por ser la amiga intima
que acompaña a las estrellas,
se sienten como ellas
son muchas en el mismo sitio
aunque siempre hay algunas
con un brillo
más bonito.
Bueno nada más por hoy, disfrutadlo y compartidlo. Seguid con vuestras cómodas vidas.
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