lunes, 21 de enero de 2013

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Toda historia tiene un principio; esta se remonta a una tarde de octubre de 2009 cuando un desconocido se presenta en casa de un niño nuevo en el pueblo tras una pequeña charla entre las madres de ambos; de esto ya hace poco más de tres años. Eran diferentes, no se acabaron de llevar bien como más tarde se corroboró, pero ya fuera por una cosa o por otra las visitas fueron aumentando hasta que, después de unas largas vacaciones lejos y una noche de fiesta, parece que las cosas comenzaron a cambiar, todo se tornó algo más autentico por ambas partes siendo las visitas menos forzadas y las risas más abundantes, incluso se dio alguna salida para comenzar a entablar lo que en un futuro serían buenas amistades. Así pasó 2011 hasta llegar septiembre de ese año cuando, a pesar de lo tímido, comenzaron a aparecer relaciones sólidas.
Y así hasta hoy pasando por momentos y días muy señalados como el del abandono en Lerida o tú primer día en Huesca que desencadenaría en tantas y tantas horas compartidas en nuestros asientos del autobús, noches que se hicieron mañanas con la compañía del señor Bellic y todas las peripecias que le hacía hacer y que acabaron en café en la máquina de la oficina, noches de tranquis con grandes partidas y momentos en esa diana que habrá que encontrar, canciones ya míticas y más historias, noches y momentos que perduraán en algún rincón de algún sitio.
Conque desde aquí, ya viejo amigo te deseo lo mejor en tu mayoría de edad, que aunque yo tampoco le de demasiada importancia a los números y todo eso te dese que te depare muchos logros, éxitos y sorpresas.
Toda historia tiene un final, pero si alguna cosa tenemos muy en común (o teníamos) ese esas anisas por no hacer gran cosa, así que mejor no buscarlo.

Bueno, nada más por hoy, disfrutadlo y compartidlo. Seguid con vuestras cómodas vidas.

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