Es un juego, un juego con las palabras, un juego que, aunque no sea cara a cara tiene alguien que se consideraría el ganador y otro el derrotado, aunque el juego sea por mera diversión.
Es muy fácil, se trata de jugar con un mensaje oculto que, quizás sin decirlo directamente, puede sobreentenderse y gana el que, jugando mejor sus palabras, consigue sacarle al otro ese mensaje que flota en el aire. Se trata de lanzar indirectas, preguntas indiscretas, rodear sin llegar a entrar en el circulo. Y así, en el intercambio de palabras entre el uno y el otro, al final siempre habrá uno que acabe cayendo en el tema directamente y ese es el que es considerado perdedor.
Aunque parezca simple, este juego puede liarse bastante si los jugadores saben usar bien el lenguaje y quizás, si tan buenos pueden llegar a ser, el juego termine porque es imposible llegar al tema principal siguiendo el curso de la conversación.
Son pasatiempos para noches de verano, para esas noches en las que no tienes nada que hacer...
Bueno, nada más por hoy, disfrutadlo y compartidlo. Seguid con vuestras cómodas vidas.
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